martes, 26 de mayo de 2009

POR UNA VEZ ESTOY DE ACUERDO CON MAYOR OREJA



Anoche me dio por ver el tan publicitado debate sobre las Elecciones Europeas entre el candidato del PSOE, López Aguilar, y el del PP, Mayor Oreja. Como esperaba no me decepcionaron para nada: Fue un intercambio de consignas tópicas, trapos sucios, acusaciones mutuas y excursiones a los cerros de Úbeda que no aportó nada nuevo a los ciudadanos. Mientras López Aguilar cantaba a las virtudes del gobierno de Zapatero y la defensa de los trabajadores y acusaba al PP de ser malos, muy malos, Mayor Oreja se salía por la tangente recurriendo a los dos temas favoritos de la derecha en los últimos tiempos, el aborto y de la persecución del español en algunas comunidades, provocando las delicias (no sabemos si incluso orgasmos) de Rouco Varela y los oyentes de la COPE. En definitiva, derecha light contra derecha cavernícola. Nada nuevo bajo el sol.


Sin embargo, en un momento dado hubo dos cosas que me llamaron la atención sobremanera: la primera, la sensación de que Mayor Oreja tenía un ojo a la virulé cuando miraba a la cámara (¿Soy yo o este hombre es bizco?); la segunda, una aguda pregunta retórica a modo de respuesta cuando el señor López Aguilar, con pinta de Repelente Niño Vicente, acusó al PP de ser el principal responsable del sistema económico basado en el ladrillo: "Este modelo que ahora dicen que es tan malo, ¿por qué no lo cambiaron hace cinco años?" "¡Ahí le has dao!", pensé. Al fin y al cabo tenía toda la razón.


Ya sabemos cómo es el PP: Un partido que favorece a los grandes empresarios y especuladores, partidario del "Todo vale" en la economía mientras sirva para hacer dinero fácil y que enriquezca a los de siempre. El boom de la construcción de esta última década (1998-2008) fue básicamente el triunfo de la especulación más feroz y la hipotequización de la vida de millones de españoles, que tendrán que pagar un precio desorbitado por su casa en un país donde se construía al año más viviendas que en Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña juntas. Pan para hoy y hambre para mañana. ¿Por qué, entonces, el PSOE no le puso fin a este mamoneo generalizado cuando llegó al poder en 2004? ¿Por qué no aprovechó para sentar las bases de un modelo económico basado en el bien social y en la inversión en nuevos sectores de producción?


Muy sencillo: Porque al PSOE le seduce esa economía del dinero fácil y la especulación tanto (o incluso más) que al PP y no es capaz de ver más allá de sus narices. Si la cosa funciona, ¿para qué cambiarla? Su amor por el capitalismo más salvaje le cegó, impidiéndole prever el desastre que se acercaba. En lugar de favorecer el desarrollo de una economía sostenible y diversificada, hizo la vista gorda mientras los constructores ganaban billetes a espuertas y se construía a diestro y siniestro.


Por tanto, que no nos engañen. Ambos partidos son igual de culpables de la crisis actual. Forma parte de su desfachatez que se culpen mutuamente de la responsabilidad exclusiva de la crisis, pero la verdad es otra: los unos (el PP) propiciaron las bases de una economía totalmente especulativa; los otros no hicieron nada por cambiar un modelo de crecimiento podrido hasta el tuétano y que iba a estallar de un momento a otro.


Solácense con un pequeño vídeo sobre las perlas del Debate (tranquilos, dura sólo un minuto y medio)





martes, 19 de mayo de 2009

CÓMO TOMARLE EL PELO AL CIUDADANO...




... y que no se te caiga la cara de vergüenza. Esto fue lo que pensé el otro día mientras escuchaba en la Cadena SER a Eva Almunia, secretaria de Educación a propósito de las nuevas medidas de Zapatero, como la de dar un portátil a todos los alumnos de 5º de Primaria para el próximo curso. Imagínense: Como era de esperar, la secretaria alabó en todo momento la nueva medida como la panacea de la mejora de la enseñanza pública. Qué más dan la poca formación del profesorado en asuntos informáticos, o que previamente a la utilización de los portátiles haya que reforzar la lectura y la escritura, o que se estén dejando muchas plazas de profesores sin cubrir porque es preferible que los alumnos tengan hora libre a meter a un sustituto para poder ahorrar, como está pasando en Andalucía.


Pero lo que más me llamó la atención fue el cinismo de la secretaria de Estado cuando un representante de los profesores sacó el tema de que con esta medida no se solucionaría el problema del fracaso y el consiguiente abandono escolar, que en España estaba en el 30 por ciento, el más alto de toda la UE. La señora Almunia le espetó que el abandono escolar no es lo mismo que el fracaso escolar, dando a entender que prácticamente no tenían que ver, y se quedó tan pancha.
Efectivamente, fracaso escolar y abandono escolar no son exactamente lo mismo. Uno puede suspender cursos y no saber ni la o con un canuto y tirarse así hasta que cumpla los 16 años, edad hasta la que es obligatoria la educación. Y puede suceder también que un alumno sea muy brillante y le guste estudiar y que, por circunstancias adversas (problemas familiares y económicos) tenga que dejar los estudios. Pero seamos serios: este problema no es de anteayer. En España llevamos una década liderando las tasas de fracaso escolar. Por otra parte, ya no estamos en la época de la posguerra, cuando los niños dejaban de estudiar por ejemplo a los 8 años (caso de mi madre) para trabajar en el campo o cuidar de la casa. Hoy por hoy un estudiante no tiene que dejar el instituto para ponerse a trabajar. Además, no nos olvidemos de que es obligatorio estudiar hasta los 16 años.
Las maniobras dialécticas como la de la señora secretaria de Educación me enervan. Tergiversando las palabras intenta hacer que creamos que la situación no está tan mal, que los datos negativos son exagerados y que no tenemos por qué preocuparnos. Me parece una actitud escapista. Para solucionar un problema el primer paso es reconocer su existencia. Si le quitamos importancia y le hacemos frente con medidas chorras (como la del portátil) seguirá estando ahí y seguiremos encabezando el fracaso y el abandono escolares en Europa.
Espero que el PSOE sea coherente y que apueste por mejorar la situación de la Educación. En ello nos va el futuro. Pero para ello tiene que haber voluntad política y, sobre todo, mucha capacidad autocrítica para corregir lo que está mal. Pero, ¿la tienen? Oyendo a la señora Almunia, lo dudo...

martes, 12 de mayo de 2009

EL GRAN SHOW BIPARTIDISTA



Llega como todos los años el Debate sobre el Estado de la Nación. Un debate abierto al público, retransmitido por radio, televisión e Internet y que nació en 1983 para fortalecer el papel del debate parlamentario en un país con poca o escasa tradición en este campo. Aunque no nos engañemos: La gente espera con más ansia un Madrid-Barça (o viceversa) que este acontecimiento parlamentario. Sin embargo, sea porque estamos más interesados en política de lo que creemos, sea porque nos lo meten por los ojos y oídos por casi todos los canales de radio y televisión, es un evento bastante seguido en todo el país. Y eso estaría bien si al menos se dijeran cosas interesantes. La cruda realidad nos demuestra todo lo contrario...


En primer lugar, se pretende que el Debate sea un simple mano a mano entre los dos principales líderes políticos del país, el presidente del gobierno y el jefe del principal partido de la oposición. Todo lo que no venga de ellos pasa a un segundo plano o directamente se ignora: No le interesa a nuestro querido bipartidismo que se den a conocer las críticas e ideas que se salgan del tiesto de lo políticamente correcto, esto es, del ideario neoliberal que tanto PSOE como PP defienden.


En segundo lugar, el Debate queda reducido a un cutre intercambio de acusaciones de patio de colegio ("¡Y tú más!"). Véase si no lo de esta tarde: Rajoy se ha limitado simplemente a acusar de todos los males del país a Zapatero sin dar ningún tipo de solución concreta con un tono soberbio y chulapo, llegando incluso a decir que los diputados (no ha dejado claro si incluía también a los suyos) no sabían leer. Al menos ha sido honesto y ha reconocido que están por la reforma laboral, que no viene a ser sino facilitar el despido sin problemas, lo cual sólo beneficia a los empresarios y recorta los derechos de los trabajadores. Después de cien años de lucha obrera, el PP nos quiere devolver a las condiciones laborales del siglo XIX. Por otra parte, sin ideas, recurriendo sólo a la acusación perpetua y ninguneado por su propio partido, da la sensación de que a Rajoy le quedan cuatro telediarios. Tiempo al tiempo.


Zapatero, por su parte, no se queda atrás en lo de tirar la piedra y escurrir el bulto: Qué mejor para no hablar de la crisis que meterle caña al PP, algo que por un lado me gusta, pero que no puede ser el único argumento de un Gobierno a la hora de dar explicaciones sobre la crisis. Quiere disimular así sus responsabilidades: Es cierto que esta crisis nace de una coyuntura internacional, pero no es menos cierto que la gravedad que tiene en España viene de haber continuado con un sistema económico insostenible basado en un solo sector, la construcción, una dinámica que empezó el PP hace más de una década. Y también sería un acto de honradez, por su parte, reconocer que se ocultaron los datos de la crisis para ganar las elecciones generales de 2008.


Veremos si mañana los medios se hacen eco de la intervención de Gaspar Llamazares. Creo que, como parlamentario, no tiene nada que envidiar a Zapatero o Rajoy y, por lo menos, dice cosas diferentes. Mucha suerte para demostrar en tu intervención las diferencias entre PSOE y PP: Que Rajoy lleva barba y Zapatero no...



sábado, 9 de mayo de 2009

NECESARIA MEMORIA HISTÓRICA

Ayer 8 de mayo se conmemoró el final de la Segunda Guerra Mundial. Con motivo de tal conmemoración se celebraron en Madrid y otros puntos de España varios actos de homenaje en honor a unos grandes olvidados de esta contienda: los exiliados republicanos españoles. No sólo tuvieron que sufrir el dolor de perder una guerra y un país: hacinados en los campos de concentración del sur de Francia desde el invierno de 1939, tuvieron la mala suerte de que les sorprendiera allí el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la posterior ocupación de Francia por los nazis. Muchos, en torno a los 50.000, se unieron a la Resistencia antifascista y a la lucha por la liberación de Francia. Por ejemplo, los primeros tanques que entraron en el París liberado de agosto de 1944 estaban conducidos por españoles y tenían nombres como “Don Quijote” o “Teruel”.

Otros sufrieron el horror de los campos de exterminio nazis, sobre todo en el de Mauthausen: unos 7.300 fueron internados en dicho campo entre agosto de 1940 y mayo de 1945. De ellos, sólo sobrevivieron unos 2.000.


Cuentan que cuando las tropas estadounidenses llegaron al campo se encontraron con que los supervivientes españoles habían sustituido las banderas nazis por las de la República española, aquella república que llevaron siempre consigo como recuerdo de una lucha y un símbolo contra ese mismo fascismo que casi los liquida. Una gran pancarta daba la bienvenida a los libertadores: “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras”. Acababan así siete años de infierno para todos aquellos que habían conocido en ese lugar la locura sádica del nazismo.



De aquellos días de horror y espanto quedan unos ochenta supervivientes españoles. Uno de ellos es Ramiro Santisteban. Nadie mejor que él para describir lo que fue Mauthausen, uno de los episodios más negros de la Historia:

http://www.cadenaser.com/espana/audios/anos-exilio-espanol/csrcsrpor/20090507csrcsrnac_4/Aes/


Recordemos para no olvidar y, sobre todo, para no repetir. Un saludo.

viernes, 1 de mayo de 2009

YO QUIERO SER CATALÁN (o la inquietante sensación de que África empiece en Sierra Morena)

¿Cómo? ¿Que por qué suelto semejante afirmación? Déjenme que me explique...

Descubrí "Polònia" por los típicos programas de záping televisivo y por alguna que otra referencia en la radio (véase la sección de "La Webería" en el programa de Carlos Herrera). Pero no fue hasta el otro día que me dio por ver en Youtube vídeos de este programa de la televisión catalana. Después de visionar unos cuantos (porque esto de ver vídeos en el Youtube es como comer pipas, una vez que empiezas ya no paras) dos sentimientos se apoderaron de mí: por un lado, la felicidad y el gozo mental de haber echado un buen rato de risas como hacía tiempo que no lo echaba; también, la envidia, que derivó en sentimiento de inferioridad, al comprobar que, en este sentido, los telespectadores andaluces vivimos a años luz de otros territorios de España.


Polònia es un programa de la televisión catalana TV3 que se centra en el humor gamberro e impolíticamente correcto. Cada semana pasan revista a la actualidad catalana y española sin dejar títere con cabeza ni a derecha ni a izquierda. Desde una televisión pública y con fondos públicos, el equipo de Polònia parodia incluso a sus jefes de la Generalitat, algo impensable en la Andalucía de la Segunda (o Tercera? Ya he perdido la cuenta) Modernización o en el Madrid de la señora Aguirre, con una libertad creativa, humor inteligente y falta de censura que hacen que te deprimas. Sobre todo cuando comparas con lo que tenemos por aquí.


Se ríen de todo y de todos. Vean como retratan al PP, defensor de las esencias patrias:





O al rey que, campechano e intocable, se sincera definitivamente:






Los partidos que integran el tripartito que gobierna Cataluña (PSC, ERC, ICV) también son blanco de sus risotadas sin complejos ni mordazas.Vean por ejemplo como retratan a Montilla y Zapatero...




...o a Esquerra Republicana de Catalunya. Miren lo que les pasa a Carod-Rovira y a Tardà (el que gritó lo de "¡Muera el Borbón!") en una aduana yanki cuando van a abrir la nueva embajada catalana en Nueva York:





Y he aquí una de las críticas más ácidas hechas a la policía autonómica catalana, los Mossos d´Esquadra, con motivo de la caña que metieron en las manifestaciones contra el Plan Bolonia:






Otro ejemplo de programa de humor inteligente, ácido y sin cortapisas viene de otra autonomía que levanta pasiones encontradas: el País Vasco (o Euskadi, como prefieran). ¡Vaya Semanita! es un asiduo de los espacios de záping y demuestra que todos los temas se pueden tratar con sentido del humor, criticando al poder establecido. Dos ejemplos sólo:

¿EuskalTelebista, la autonómica vasca, está al servicio del PNV? ¡Qué va, para nada!:





¿Y cómo se forjó la última tregua de ETA? Vean, vean:




Ahora, después de haber visto todos los vídeos anteriores, después de haber comprobado la cantidad de talento que derrochan en otras televisiones y de lo productivo que puede llegar a ser un programa de humor cuando no hay censura sobre ciertos temas ni amenazas de ir a la puta calle si se hace una broma sobre los jefes, les invito a comparar todo lo anterior con lo que tenemos en Canal Sur. Agárrense:






¿Comprenden ahora lo que decía al principio? Se trata simplemente de la diferencia entre tener una televisión autonómica que usa el humor como forma de activar la conciencia y la reflexión ciudadanas y otra que lo emplea sistemáticamente en idiotizar a sus televidentes. Pues eso. Cuídense y vuelvan cuando quieran.


NOTA ACLARATORIA: La risa cazallera que se oye en los vídeos de la María del Monte no son un efecto de sonido raro. Es que se ríe así de verdad. En serio.