El cinismo es un vicio bastante extendido. Y si no, lean o escuchen lo que dice estos días nuestra querida prensa nacional sobre lo que está sucediendo en Honduras y me darán la razón. Toda la derecha mediática española (incluida, por supuesto, PRISA y sus distintas ramas) ha cargado en bloque contra el "malvado" presidente Zelaya, cuyo único crimen ha sido el de convocar a su pueblo a un plebiscito para preguntarle si estaría dispuesto a aceptar una Asamblea Constituyente para reformar la constitución del país. Ni siquiera se trataba de un referéndum vinculante: En Honduras el voto es obligatorio, pero en este caso se trataba de una consulta voluntaria para sondear la opinión popular al respecto. Es decir, saliera el resultado que saliera no se hubiera tomado inmediatamente la decisión de cambiar la constitución.
Pero es curioso: Los mismos medios de comunicación que atacan y denuncian a dirigentes como Chávez o Zelaya por querer optar a la reelección indefinida (de la que personalmente no soy partidario) son los mismos que se callan o no ven mal que un presidente como el colombiano Álvaro Uribe reformara la Constitución de su país para presentarse por segunda vez y, no contento con eso, pretenda hacerlo de nuevo para conseguir una segunda reelección. Y no es que el señor Uribe sea un santito: sus vínculos con el narcotráfico y los paramilitares así lo demuestran. La diferencia es que él no es un rojo peligroso y que, a diferencia de los dirigentes de Venezuela, Bolivia u Honduras, no pone en jaque los intereses de las grandes multinacionales extranjeras, entre ellas las españolas. Que se lo pregunten si no a Planeta o a PRISA, dueño ahora del principal grupo mediático colombiano, el Grupo Caracol Radio y que, en agradecimiento por las facilidades y ayudas gubernamentales, se dedica a cantar las virtudes de Uribe. Para los que quieran profundizar en el tema: http://estasemana.cip.cu/prisa-y-planeta-blanquean-la-imagen-de-uribe
En definitiva, el doble rasero de los medios de comunicación da asco sobre todo cuando se entregan servilmente a la causa de los grandes poderes fácticos manipulando la realidad y haciéndonos llegar una imagen distorsionada de lo que pasa en algunos lugares del mundo. Lo hicieron con Chávez y Evo Morales y ahora le toca el turno a Manuel Zelaya. ¿Quién será el siguiente?
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